miércoles, 24 de octubre de 2012

SAN RAFAEL CUSTODIO DE CÓRDOBA



Divino guía, Rafael, recibe con bondad el himno que cantan nuestras súplicas, que te consagran nuestras voces jubilosas. Dirige nuestro camino a la salvación, afirma nuestros pasos; que no erremos jamás a la aventura lejos del camino al Cielo. Míranos desde lo Alto; de la destellante Luz del Cielo, que proviene del Padre de las Luces, llena nuestras almas. Devuelve la salud a los enfermos, disipa la noche de los ciegos; expulsando los males del cuerpo devuelve el vigor a los corazones. Asistente del soberano Juez, defiende la causa de nuestros crímenes, y aplaca la cólera vengadora; Fiel Intercesor ante la Divinidad.Tú que has proseguido el gran combate, confunde al orgulloso  enemigo; danos la fuerza contra los espíritus rebeldes, aumenta en nosotros la Gracias. Gloria a Dios Padre, y a su Hijo único con el Espíritu Paráclito, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

El juramento de San Rafael, Custodio de Córdoba


La historia cuenta que el Arcángel San Rafael es Custodio de Córdoba desde que en la Edad Media una epidemia de peste asoló Europa diezmando la población. Córdoba entera se encomendó a San Rafael y milagrosamente la peste pasó por la ciudad sin apenas causar daño alguno. Ramírez de Arellano recoge en sus “Paseos por Córdoba” que cuando la peste asolaba la ciudad en el siglo XVI, el Arcángel se apareció al Padre Roelas en cuatro ocasiones, revelándole que él salvaría a la ciudad. En aquel entonces, el sacerdote, temeroso de que todo fuera un engaño de sus sentidos y después de consultar el caso con importantes teólogos de la Compañía de Jesús, visitó al Provisor, quien le ordenó que si se producía una quinta aparición, le preguntase quién era. Así fue, en la madrugada del 7 de mayo de 1578, se produjo esta quinta aparición en la que San Rafael le dijo al sacerdote: “Yo te juro, por Jesucristo Crucificado, que soy Rafael, ángel a quien Dios tiene puesto por guarda de esta ciudad”. Al poco tiempo dejaron de morir personas en Córdoba a causa de la epidemia.

Triunfo o columna de San Rafael Arcángel en la Plaza de la Compañía  
  
El Triunfo de San Rafael situado en la plaza de la Compañía fue uno de los primeros con los que contó la ciudad. Fue construido, por las aportaciones que los fieles hicieron para su construcción en el sitio que aún se conserva, en el año 1736.
Antiguamente mantenía una verja que separaba el Triunfo de los fieles, y estaba iluminada, primero por lámparas de aceite y luego de gas. Esta verja fue eliminada a mitad del siglo XX.

Oración a San Rafael:

Glorioso Arcángel San Rafael, medicina de Dios,
Tú que guiaste a Tobias en su viaje para cobrar la deuda de Gabelo,
le preparaste un feliz matrimonio y devolviste la vista a su anciano padre,
guíanos en el camino de la salvación, ayúdanos en las necesidades, haz felices nuestros hogares y danos la visión de Dios en el Cielo.
Amen

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