viernes, 25 de enero de 2013

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE LA VIRGEN MARÍA EL 28 DE DICIEMBRE


El 28 de diciembre hubo una aparición extraordinaria de la Virgen en la Colina de las Apariciones de Medjugorje por medio del vidente Iván. Ante innumerables fieles, la Virgen dio el siguiente mensaje que explica por sí mismo, el mensaje de Jesús infante del 25 de diciembre.

“Queridos hijos, también hoy deseo invitarlos a la alegría. Los invito de nuevo a la alegría. Al mismo tiempo los invito a la responsabilidad. Queridos hijos, acojan responsablemente mis mensajes y vivan mis mensajes, porque viviendo mis mensajes deseo conducirlos a Mi Hijo. En todos estos años en que he estado junto a ustedes, mi dedo señala a Mi Hijo, a Jesús, porque deseo entregar a todos ustedes a Él. Por lo tanto, durante los días siguientes, su tarea es plantearse la siguiente pregunta: “¿Qué puedo hacer para que mi corazón esté más cerca de Jesús?”; “¿qué debo abandonar, que debo rechazar para que  mi corazón esté más cerca de Jesús?” Queridos hijos, Yo oro por todos ustedes para que vuestra respuesta sea: “¡Deseo estar cerca de Jesús! ¡Gracias queridos hijos, porque también hoy han respondido a mi llamada y han dicho “SI”!”

Al final la Virgen oró por los sacerdotes y las vocaciones de la Iglesia.

El mensaje de este 28 de diciembre profundiza y esclarece el de la Navidad, y despeja la incertidumbre de que la Madre continuaría apareciéndose sola o en compañía de Jesús. El mensaje se puede dividir en 3 partes.

1.      Invitación a la alegría

La Navidad es por excelencia la Fiesta de la alegría pero lo cierto es que muchos fieles no viven esta virtud, probablemente, porque en lugar de acudir a Jesús sabiendo que sólo Él es la fuente de la verdadera alegría, insisten en buscarla por otros medios. Cuando la Virgen dice: “hoy deseo invitarlos a la alegría. Los invito de nuevo a la alegría” es otra manera de invitar a sus hijos a poner a Jesús en el primer lugar del corazón, porque cuando Jesús reina en el corazón reina la alegría, reina la paz y reina el amor. Pero eso no significa que no se tenga que luchar a cuanto se opone a la alegría, porque inclusive el combate puede aumentar, y quizá por ello la Virgen invita a vivirla. Por lo tanto, para vivir la alegría también hay que saber combatir las oposiciones que pudieran venir, porque Dios quiere que el ser humano sea feliz y los santos han dado ejemplo de ello, al punto que se pudiera afirmar que las personas más felices de la tierra han sido precisamente ellos, y si imitamos los santos, también podemos ser felices, porque santidad y felicidad son sinónimos: sin alegría no hay santidad y sin santidad no puede haber alegría. Jesús dijo: “Felices los mansos, felices los humildes, los de corazón puro, los misericordiosos, los que trabajan por la paz”. De esta manera, Jesús reveló que el secreto para ser feliz, está, precisamente, en el evangelio. Hoy muchos no lo saben y por eso el cristiano lo debe recordar con el ejemplo de su vida. Por tanto, al inicio del año hay que abrir el corazón y pedir el Espíritu Santo, para que del mismo modo que hizo a Jesús alegre en este mundo, nos haga alegres a todos y podamos decir como María: “mi espíritu se alegra e Dios mi salvador”.

2.      Invitación a vivir responsablemente los mensajes.

También la Madre ha enfatizado una vez más la importancia de tomar con seriedad sus mensajes. Con seguridad, podemos afirmar que al observar desde el Cielo a sus hijos se da cuenta que muchos no responden como deben. No está de más resaltar una vez más, que la Virgen no desciende cada día del Cielo a la tierra a hacer turismo o porque no encuentre ocupación en el Paraíso. Recuérdese que desde el principio de las apariciones hizo referencia a que Dios la había enviado para ayudarnos e interceder extraordinariamente por la paz del mundo, la reconciliación de la humanidad y llenar de fervor a la Iglesia.  Por tanto, permanecer indiferente a las llamadas de la Virgen es permanecer indiferente a los signos extraordinarios que el mismo Dios envía para ayudarnos. Hace 31 años la Madre dijo: “Tomen en serio mis mensajes y sepan que Dios no juega con la humanidad.” Por tanto, vivir responsablemente los mensajes significa decidirse por la paz, por el amor, por la reconciliación de los hombres y tomar cada día la corona del Rosario en mano —por lo menos tres veces—. También significa acudir diariamente a la Eucaristía, leer y meditar la Sagrada Escritura, ayunar los miércoles y viernes a pan y agua, y practicar la Confesión mensual. También abrirse a la oración comunitaria —grupos de oración— y sobre todo: trabajar con responsabilidad en la conversión personal, que para María es el mensaje más importante. Por otro lado, hay que estar pendiente cada mes de lo que la Madre volverá enfatiza, como por ejemplo: el amor al prójimo, la paz del corazón, la virtud de la pureza, de la alegría, de la fe, de la esperanza…

3.      Entregar el corazón a Jesús y vivir junto a Él.

La tercera parte del mensaje es la más importante y expresa la razón de la venida de María: que los fieles permanezcan junto a Jesús y que liberen el corazón de cuanto pueda ser obstáculo para ello. La Virgen propone, por medio de dos interrogantes, un pequeño programa o ejercicio de introspección, como un análisis serio de discernimiento a fin de purificar la voluntad y decidirse por la santidad. La primera interrogante está en función de cuanto humanamente se puede hacer para que el corazón esté siempre cerca de Jesús. Y la segunda, conlleva a liberar las ataduras de cuanto impide vivir en plenitud la conversión.

Como cada ser humano es diferente, la pregunta se la debe formular cada uno, a fin de descubrir que impedimentos reales impiden vivir la santidad en plenitud. En algunos pudiera ser la falta de disciplina espiritual, o de motivaciones causadas por la falta de oración, la poca vida espiritual, el activismo o la vida de pecado. Pero en otros pudiera ser la falta de decisión personal por Jesús y su proyecto de vida, que se acentúa por las crisis existenciales, los escándalos de la Iglesia, o quizá la vida materialista, consumista o hedonista… No obstante, lo fundamental es que cada cual se interrogue a sí mismo ylas fiestas de inicio de año no deben distraer esta llamada.

La Madre termina el mensaje pidiendo que sus hijos oren por esta intención al momento de asegurar Ella su oración para que la respuesta de sus hijos sea determinante.

P. Francisco Á. Verar

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